No he de despedir
esta mañana de
leche y cereales apurados
sin asaltar ese
pertinaz recuerdo que
no quiere abandonarte.
Y hace bien.
Este día sería un desvanecido;
diluido entre ocupaciones rutinarias,
si no fuera por ese destello
que traspasa fronteras.
este poema no s da una idea de lo que pasa cuando salimos de viaje y en un instante tan insignificate como en el desayuno poder recordar a las personas que dejamos en otra cuidad
ResponderEliminarEl bello caos de la vida, tan complicado y fragil. Facil de quebrar por un recuerdo. Que buen poema, sutil y radiante.
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